Cómo aprender a controlar la agresividad infantil

Debemos tener presente que estamos hablando de niños de 0 a 3 años.

Todos los niños pueden tener desde el primer año de edad momentos de agresividad que junto con las muestras de cariño y afecto son las primeras manifestaciones emocionales que poseemos.

Los comportamientos agresivos como morder, rabietas, empujones, tirones de pelo, patadas…. son reacciones adaptativas en el desarrollo normal, deben ser vividas y resueltas por los niños pero con el apoyo y orientación del adulto para que aprenda a expresarse convenientemente, con lo que evitaremos que  surjan conductas mas difíciles de manejar en etapas posteriores.

El problema surge cuando la agresividad permanece en el tiempo y son la manera habitual de resolver los conflictos, llamar la atención o conseguir lo que quieren.

Los padres deben conocer  el nivel de desarrollo de los niños de 0 a 3 años y lo que implica este periodo evolutivo de sus hijos, por ejemplo:

  • Creen que todo el mundo entiende sus sentimientos
  • No tiene vocabulario suficiente para explicar y canalizar lo que está sintiendo
  • Están en una etapa egocentrista y no pueden ser empáticos, sentir lo que sienten los demás
  • Su pensamiento social y secuencial es limitado
  • No pueden defender sus argumentos por la carencia de razonamiento y pensamiento abstracto
  • Pueden confundir emociones la tristeza con el enfado, etc

¿Por qué los niños se ponen agresivos?

Porque todavía no saben evitarlo y además no tienen recursos frente a lo que sienten.

Los niños adoptan conductas agresivas cuando:

  • No han aprendido a tolerar que se les niegue algo que quieren. Con el primer “no” empezamos a enseñarles a solucionar los conflictos sin necesidad de recurrir a la agresión verbal o física, en estas edades es predominante la física: mordiscos, tirones de pelo, empujones etc.
  • No tienen recursos para resolver de otra forma un conflicto, no hablan nada o lo suficiente como para contar lo que les pasa, ni han aprendido aun a reconocer lo derechos del otro, etapa del egocentrismo sólo existen ellos y todo gira entorno a ellos.
  • No son capaces de comprender  lo que sienten ni de elegir su conducta.
  • Obtienen consecuencias favorables saliéndose con la suya: obtienen el juguete; la atención de la educadora, de los papás…

Los niños pequeños aprenden de nuestras respuestas, necesitan aprender que es lo correcto y que no lo es, necesitan saber qué pueden hacer y qué no deben hacer.

Psicóloga infantil | ¿Cuando se considera problemático un niño agresivo?

El que estos comportamientos se puedan considerar muy problemáticos  o no depende de la edad del niño, la frecuencia e intensidad de las expresiones de este tipo o la existencia o no de otros comportamientos más adaptados para expresar la frustración en el medio donde se producen.

Normalmente cuando va apareciendo el lenguaje como modulador del comportamiento, estas acciones (morder, pegar, empujar, etc.) empiezan a quedarse en segundo plano.

La reflexión sobre este tipo de comportamientos debería incluir tanto aspectos relativos a la personalidad del niño como estilos educativos familiares y escolares, ya que las actuaciones de los adultos, de los que el niño depende, condicionan y modifican los comportamientos infantiles, formando parte como un elemento más de la situación a la que nos enfrentamos.

Bajo el comportamiento agresivo  aparece en el niño pequeño un conflicto emocional, puntual o no, que no está sabiendo resolver de otra manera. No tenemos que olvidar que la resistencia a la frustración es un proceso que vamos aprendiendo a lo largo de toda la vida y que en está etapa infantil se encuentra solo en el inicio. Además, en algunos casos pueden existir otros problemas relativos  a sobreprotección, límites, celos… de los que el también puede ser víctima.

Entonces, ¿qué debemos o no debemos hacer cuando esta situación ocurra? Lee la segunda parte de nuestro artículo sobre conductas agresivas en niños.