Consejos para padres | ¿Qué es la sobreprotección y cómo evitarla?

A veces, el miedo a que nuestros hijos crezcan y hagan las cosas por sí mismos porque ya van exigiendo su espacio, nos está indicando que cada vez nos necesitan menos. Ese miedo, si no se controla bien, puede llegar a manifestarse en una actitud sobreprotectora por parte de los padres.

Sobreprotegerles es hacer por ellos las cosas que ya saben hacer y no lleva mas que a la inseguridad del niño, que acaba interiorizando  que no es capaz de hacer las cosas por él mismo y acostumbrándose a que los papás se lo hagan todo: darle de comer, vestirle, ayudarle con su higiene…

¿Cómo detectarlo? Formas de ejercer la sobreprotección

  • Cuando los padres solucionan las dificultades de sus hijos sin darles la oportunidad de solucionarlas por ellos mismos.
  • Cuando los padres evitan contextos difíciles a los niños y ejercen demasiada vigilancia sobre ellos.
  • Cuando los padres siguen haciendo todo lo que su hijo ya sabe hacer perfectamente por sí solo.

Todo esto lleva a que un niño que esté o haya estado sobreprotegido:

  • Aprenda a ser dependientes de sus padres
  • Sea más miedoso
  • Muestra actitudes mas inmaduras
  • Tiene poca tolerancia a la frustración
  • Suelen ser tímidos y retraídos
  • Presenta baja autoestima
  • Suelen ser niños con pocos amigos
  • Evita escenarios y nuevas experiencias
  • Parece esconderse detrás de los padres cuando surgen dificultades

¿Qué  hacer para evitar  la sobreprotección?

  • El niño necesita probar
  • Fomentar el sentido del triunfo
  • No estar constantemente encima del niño
  • Favorecer el juego y actividades con otros niños
  • No darle todo lo que pida
  • Tratarle acorde a su edad
  • Dejar evolucionar al niño para no entorpecer su desarrollo
  • Confiar en las capacidades de nuestros hijos
  • Asignarles responsabilidades en función de su edad para que vayan adquiriendo autonomía

Nuestros hijos precisan seguridad y amor pero también independencia y autonomía y debemos aprender a dársela. Dejar que se ensucien para aprender a comer, que se caigan cuando empiezan a andar; y saber que las rabietas se generan por las primeras frustraciones ante el NO.

Teniendo en cuenta los efectos de la sobreprotección sobre nuestros hijos,  deberíamos permitir que empiecen  a realizar pequeñas tareas por sí mismos cuando empieza a verbalizar “yo solo, tú no”, ayudarles en lo necesario y enseñarles los pasos que hay que realizar, estimulando y fomentando su autonomía, no haciendo la acción por él.

No les impidamos, la curiosidad,  las ganas ni la posibilidad de aprendizaje, dejemos que coman solos aunque se ensucien, que prueben a vestirse y a ir al baño,todo esto les estimula y promueve su futura autonomía.